1. Definir el concepto de negocio
Lo primero que debes definir son los objetivos que quieres lograr como fundador de la franquicia. Aquí se incluyen tanto los objetivos financieros (recuperación de la inversión) como otros temas también de vital importancia, como es la forma de trabajar y el estilo de vida que vas a seguir.
2. Establecer una imagen fuerte y atractiva
Debes realizar un manual de imagen, puesto que tus franquiciados deberán seguir el estilismo que tú impongas, y todas las unidades de franquicia deben tener un aspecto similar. En este manual se deben incluir: el uso de letreros luminosos, papelería, uniformes, material publicitario, vehículos, etc. Aunque lo más importante en este punto será registrar la marca, el logotipo y el eslogan en cuestión antes de nada y tener todos los documentos en orden en cuestión de derechos de uso y propiedad.
3. Inscripción en el Registro de Franquiciadores
Comunicar los datos o inicio de actividad, al órgano competente de la comunidad autónoma donde realice su actividad o al registro de franquiciadores si la comunidad autónoma no establece esta necesidad, aportando los datos y documentación
Documentos a presentar:
4. Crear una central de franquicias
Para poder responder y convencer a los interesados de que tu negocio es bueno debes definir valores clave como son la cuota inicial, los royalties y otros gastos de forma científica y exacta realizando así un buen modelo financiero
6. Organizar el tema legal del negocio
Cada franquiciado debe firmar un contrato de franquicia con el franquiciador, por lo que es muy importante tener bien definido éste antes de empezar a franquiciar
7. Redactar los manuales de operación necesarios
Estos manuales le servirán a los franquiciados como guía para operar su negocio de acuerdo a los estándares establecidos por tí como franquiciador. Por este motivo, deben estar correctamente escritos, siendo necesario que sean didácticos, fáciles de leer e implementar y que estén al día de las modificaciones que se realicen en el modelo de negocio. Para poder llegar a eso, es necesario estandarizar al máximo todos los procesos que se realizan en un negocio, para poder transmitirlos fácilmente a otras unidades.